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Luego de que perdiera estado parlamentario por segunda vez, el edil Eduardo Toniolli volvió a presentar en el cuerpo legislativo local el proyecto de reconocimiento y regulación de las ferias populares de Rosario. La iniciativa fue acompañada por feriantes que, además de dar cuenta de los problemas históricos que atraviesan, expusieron la realidad del sector en el marco de la pandemia, y detallaron las medidas sanitarias acordadas con el Estado municipal para la vuelta progresiva a la actividad.

“El objetivo que nos moviliza es claro: entendemos que es importante avanzar en un marco legal que -por un lado- reconozca el carácter de trabajadores de quienes hace años buscan un ingreso por medio de las ferias, y que además permita garantizar la convivencia comunitaria, centralmente con vecinos y comerciantes”, manifestó el concejal del Frente de Todos, y agregó que la iniciativa apunta a la regulación de las ferias informales barriales nacidas con la crisis del 2001, que no están formalizadas bajo la órbita de las áreas de economía social y de cultura del Municipio.

“En este contexto socioeconómico de nada sirve actuar como que las ferias barriales no existen: esta actitud es la que termina abriéndole la puerta a algunos vivos que pretenden cobrarle peaje a los feriantes por trabajar”, señaló Toniolli, y amplió: “junto al reconocimiento del carácter de trabajadores para quienes encuentran allí una forma de llevar un plato de comida a la casa, esta norma pretende establecer obligaciones claras para los y las feriantes, por medio de convenios con el Municipio que determinen responsabilidades y alcances en el uso del espacio público, el ordenamiento y la limpieza de los predios, días y horarios de realización, entre otros aspectos”.

Asimismo, los delegados de las distintas ferias -que formaron parte de la redacción de la iniciativa- participaron del evento y expresaron su posicionamiento. “Hace cuatro años que presentamos el proyecto, pero hace 20  años que somos feriantes, y necesitamos que nos reconozcan por lo que somos, que nos reconozcan como gente de trabajo, y adaptar nuestro funcionamiento a lo que establezcan las normas”, sostuvo Mary Cácerez, delegada de la feria de Rouillón y Maradona, que además señaló que el último fin de semana comenzaron a funcionar nuevamente ocho ferias barriales de la ciudad, con un porcentaje muy reducido de integrantes de las mismas, y cumpliendo estrictas normas de distanciamiento, sanitización y ordenamiento, plasmadas en un protocolo acordado con el Municipio y la Provincia.