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Finalmente, el proyecto para regular las aplicaciones de taxis que le abriría la puerta a Uber para desembarcar en Rosario no se debatió ayer en la reunión semanal de la comisión de Servicios Públicos del Concejo. La concejala que había presentado la iniciativa, la frentista María Eugenia Schmuck, pospuso su visita para pedir su tratamiento hasta el próximo lunes.

Sin embargo, desde la misma comisión ya sonaron voces discordantes con la intención de permitir la llegada de la empresa estadounidense. El concejal justicialista Eduardo Toniolli, integrante de la misma, sostuvo que «Uber no necesita regulación si quiere prestar un servicio de transporte de pasajeros en el marco de un servicio público, sino que tiene que cumplir las normas vigentes para remises, como hizo Cabify, pero no quiere».

«En lugar de venir, conseguir 20 o 30 licencias y funcionar como una agencia de remises, quiere introducir la figura del transporte privado, porque Uber se funda en la desregulación del monopolio del transporte por parte del Estado, que es el que concede las licencias, decide cuántas tiene que haber en la calle y fija las tarifas», explicó Toniolli. De este modo, según el concejal del PJ, se evita que una firma cope el mercado a través de una tarifa baja, y una vez destruida la competencia, ponga el precio que quiera.

El concejal precisó además que al tratarse de un servicio público, el municipio regula incluso las leyes laborales de quienes trabajan en él. En cambio, señaló que «Uber es una ingeniería social que tiene que ver con establecer otras relaciones laborales flexibilizadas, que no son las que impuso la lucha de los trabajadores a lo largo de nuestra historia».

Para el edil, «el proyecto de Schmuck, bajo la apariencia de ponerle un montón de trabas, desregula el monopolio estatal, porque les abre una puerta para que mañana vengan, te metan 10 autos en regla, pero por el costado te introduzcan 2.000 mil piratas». Además, advirtió que «introduce una lógica de mercado de oferta y demanda que no asegura que sea más barato. Es mentira esto, porque cuando llueve, por ejemplo, es más caro», aseguró.

«El discurso de estas empresas es que necesitan una regulación especial. Uber ya tiene un rubro para habilitarse, tiene que encuadrarse dentro del servicio de remises y cumplir los requisitos. No hace falta regularlos, porque es lo que están pidiendo ellos para encontrar un resquicio para meterse en el sistema», cerró Toniolli. La discusión en la comisión promete seguir trayendo polémica.

Fuente: Diario La Capital